martes, 27 de mayo de 2014

Calabaza rellena

¡He aquí la calabaza encantada!

Los vegetarianos dejaron boquiabiertos a los burgueses comilones cuando lanzaron su ofensiva contra la alimentación carnívora. Ya he escrito que su gran teórico de este siglo, Maurizio, autor de "Historia de la alimentación vegetariana desde la prehistoria hasta nuestros días", extraía consecuencias sobre la crueldad en la historia ligada a una alimentación que estimulaba la agresividad. Para respaldar el principio de Feuerbach ("El hombre es lo que come"), y comer vegetales significa volver a la naturaleza y no convertirse en un agente destructor de ella. Desde los primeros vegetarianos y naturistas, ligados a la teosofía y el anarquismo, hasta el aprovechamiento de ciertos principios naturistas o naturalistas en toda alimentación para la delgadez, media más de un siglo. Incluso la francesa, la más alta cocina burguesa, ha generado un movimiento de aligeramiento dietético de la recetas tradicionales conocido como "nouvelle cuisine", y uno de sus más destacados portavoces, Michel Guérard, ha escrito "La nueva cocina de la esbeltez", obra en la que se demuestra que se puede adelgazar comiendo bien. En las revistas para "emergentes" se ofrecen menús que no engordan para las comidas que engordan, es decir, las comidas de negocios. Incluso se llega a dar el menú dietético depurado con la colaboración de los restaurantes que se prestan a subrayar los platos de sus cartas que menos contribuyen a engordar. El restaurador de Florián, de Barcelona, sugiere un menú a base de ensalada fría de angulas de lomo negro y luego una lubina con verduritas en salsa suave; el de Akelarre, de San Sebastián, propone alcachofas con almejas en salsa y rape al aroma de romero, y el restaurante San Mamés, de Madrid, ofrece una menestra de verduras naturales y un codillo cocido de jamón. "¡Reformismo! ¡Reformismo pero!", exclamaría cualquier vegetariano o naturista de pro.        
Dietistas como Bircher-Benner han tratado de conseguir una alta cocina vegetariana lo más hipocalórica posible, opuesta por el vértice a la cocina hiperproteínica del doctor Robert Atkins. Pero ni uno ni otro responden a los preceptos y mandamientos taxativos de las iglesias alimentarias más radicales. Los naturalistas aborrecen una variada gama de alimentos que intoxican el cuerpo: carne, pescado, moluscos, pan blanco, pastas, arroz integral, quesos demasiado fermentados, nata, pasteles, helados, azúcar blanco, bebidas gaseosas, alimentos conservados o sintéticos, frituras, bebidas alcohólicas, grasas animales, vinagre, sal refinada, especias… Y plantean un catálogo filosófico que permite llegar al reino personal e intransferible del cuerpo sano.

Manuel Vázquez Montalbán - Contra los gourmets

Sin  nada que objetar a las buenas intenciones de los vegetarianos, vamos hoy con una receta en la cual, si eliminamos el jamón ibérico, obtendremos una saludable calabaza rellena. Encantada, o no.

Grado de dificultad: Convertirla en carroza

Ingredientes:


Ingredientes principales
- Calabaza
- 2 chalotas
- La parte blanca de un puerro
- Un puñado de setas variadas
- Un pedazo de tofu
- Aceite de ajo y perejil
- Jamon ibérico picado
- Sal y pimienta al gusto


Un toque oriental
- Jengibre rallado
- Queso manchego


La famosa salsa inglesa
- Salsa Worcestershire (Perrins)

Para la bechamel:
- Un vaso de leche
- Harina
- Un  pellizco de nuez moscada
- Sal y pimienta al gusto

Manos a la obra:
1 - Poner a Wynton Marsalis y Richard Gallliano jazzeando "La Vie En Rose".

Operación vaciado
Algunas horas después...
2 - Vaciar la calabaza mediante un sacabolas, o con el método que cada cual prefiera.

Operación pochado
3 - Pochar a fuego suave el puerro y las chalotas durante al menos cinco mintuos.

Seguimos pochando
4 - Incorporar la carne interior de la calabaza salpimentada y pochar otros 10 minutos más.
5 - Añadir el tofu y triturar todo con la batidora.
6 - Incorporar el jengibre rallado y un chorrito de salsa Perrins.

Operación bechamel
7 - Elaborar una bechamel ligera sustituyendo la clásica mantequilla por aceite de oliva virgen.

Antes del horneado
8 - Mientras tanto hemos cocido en agua la carcasa exterior de la calabaza durante 10 minutos.
9 - Rellenar las carcasas con la pasta batida.
10 - Añadir el jamón ibérico picado y una cuchara de aceite de ajo y perejil.
11 - Espolvorear el queso por encima y hornear gratinando durante 10 minutos a 185ºC.
12 - Servir, y a........................................¡¡triunfaaaaaaaaaaaaaaaaaar!!!

7 comentarios:

Juan Nadie dijo...

Estupendo plato para que PP-PSOE celebren los resultados de las elecciones.

Sirgatopardo dijo...

Ni a propósito...

marian dijo...

Este plato sí que sí, a pesar de esas cosas de nombre tan raro.

marian dijo...

Y con esa "Vie en Rose", ya...

marian dijo...

Y quién les dice a los vegetarianos que los vegetales no sufren cuando los arrancan del suelo y los matan para comérselos. ¿Porque no dicen ¡Ay! no sufren?

Sirgatopardo dijo...

Si nos planteáramos el sufrimiento que causa, no sólo en animales y plantas, la consecución de los alimentos, nos retiraríamos de la política...

marian dijo...

Hasta que se invente otro tipo de alimentación, no nos queda otro remedio que depender de animales y vegetales. Eso o morir de hambre.