sábado, 16 de marzo de 2013

Cogote de merluza y patatas al horno

La experiencia de la gastronomía nos transporta a los placeres del gusto, pero y si a ello le agregamos la fineza de la lectura de una novela aderezada con recursos culinarios, el placer se acrecienta. Hagamos un periplo mezclando la gastronomía con la literatura y los escritores que se ha confeccionado sus obras con sal y pimienta, tinta y papel; entre libros, autores y elementos culinarios, demostrando que gastronomía y literatura son un arte, un arte dual.
La gastronomía es anterior a la escritura, ya que el hombre desde que pisó la tierra necesitó alimentarse; posteriormente quiso manifestar sus ideas y sentires a través de los primeros rasgos –la escritura cuneiforme- y esta situación le fue útil a posteriori, ya que con ello nacería la escritura y la literatura.
La herencia oral siempre ha sido inicial y ante la imperfección de la memoria de los hombres, se ha tenido que recurrir a la escritura para dejar plasmados los talentos de eso hombres que querían decir algo, aun después de muertos. Así la literatura será capital para la cultura y desarrollo intelectual del ser humano.
Los primeros escritores sobre los alimentos y la cocina fueron hombres y los primeros escritos parece ser que se dieron desde los griegos (El banquete), para ir evolucionando a estadíos literarios y se sabe de manuales y recetarios familiares en la Europa de los siglos XVI, XVI y XVII. Será la siguiente centuria la que conocerá de los grandes gourmets que con su amplia experiencia nos legaron su obra literaria: así la praxis se plasmó en la doctrina. Nacía la doctrina y el arte culinario.
Rodolfo Téllez Cuevas


Aspecto final del cogote de merluza
Vamos hoy con un cogote de merluza al horno con el que fliparán tirios y troyanos.

Grado de dificultad: Cocinar y leerse simultáneamente el Quijote

Ingredientes:

Para el cogote:
La calidad del material es fudamental

- 1 cogote de merluza del Cantábrico
- Almejas de Pedreña

- Un par de patatas cortadas en rodajas muy finas (se puede facilitar la tarea utilizando un pelador)

- Aceite de oliva virgen
- Sal al gusto
- Pimienta negra
- 1/2 Guindilla seca
- 2 Dientes de ajo picados
- Un pellizco de perejil picado

Para el refrito:
- Un chorro generoso de aceite de oliva virgen
- 10 dientes ajo pelados y laminados
- 1 cayena
- 1 chorro de vinagre sidra.
- Un puñado de perejil picado.

Manos a la obra:

1 - Poner a Irakere jazzeando el Adagio a ritmo latino
2 - Colocar las patatas en una bandeja, salpimentar y aliñar con el aceite de oliva.


3 - Mezclar las patatas con las manos para embadurnarlas concienzudamente y evitar que se sequen o se oxiden y extendenderlas bien.
4 - Hornear durante 10 minutos a 190 ºC

El cogote previo al horneado
.5 - Mientras, sacar el cogote, limpiarlo, sazonarlo y colocarlo sobre las patatas, dispuesto en el medio. 
6 - Salpimentar. 
7 - Hornear, a la misma temperatura unos 10 minutos más, o hasta que el punto del pescado esté casi perfecto.

Almejas a la marinera

8 - Mientras tanto en una sartén cocinar unas almejas a la marinera.
9 - Una vez horneado, volcar el líquido de la bandeja en la sartén de las almejas y dejar medio minuto a fuego vivo. 
10 - Repetir esta última operación de volcado otras dos veces más.
11 - Servir......... y a triunfaaaaar.

14 comentarios:

marian dijo...

Mientras leía me venían los aromas (qué fina, eh) de la merluza cocinándose, este plato es de acompañar con música, nada de lecturas.

marian dijo...

Las almejas, desde enero ¿estarán buenas?.

marian dijo...

La merluza (el cogollo) es espectacular, tanto su antes como su después.

Sirgatopardo dijo...

Es uno de mis platos favoritos, no te digo más....

marian dijo...

Y míos también, especialmente en salsa verde.

Sirgatopardo dijo...

Hace un par de días lo puse en salsa verde, aún conservo el regusto en la memoria del paladar .

marian dijo...

No me extraña, la merluza (vale, si es del Cantábrico más) es exquisita y la salsa verde le va como anillo al dedo.

Sirgatopardo dijo...

A mí, por supuesto del Cantábrico, me queda tan niquelada como en cualquier buen restaurante.

marian dijo...

O mejor.

Sirgatopardo dijo...

Me parecía demasiada chulería, pero efectivamente.

marian dijo...

En salsa verde, la clave es cogerle el punto justo para que no se pase, y moverla (más bien, mecerla) para que la salsa coja su punto también.

marian dijo...

Cosa que, en muchos (por no decir la mayoría) no hacen.

marian dijo...

Me refería a los restaurantes.

Sirgatopardo dijo...

Uno de los secretos, si se le puede llamar así, además de reducir el vino para concentrar el sabor y dejar el punto de sal para el final.