Aspecto final de la receta |
La cocina de Al-Andalus compone un variado recetario que la mayoría de los casos influyó y se vio influida por las cocinas cristiana y judía con las que convivió durante siglos. Los que tenían acceso a la carne solían degustar la altamandria, un picado de pollo, gallina, paloma y pájaros, que se cocía con arroz y se aderezaba con varias especias; y la kubba de carne de cordero deshuesada, picada y macerada, con la que se amasaba una pasta que se servía con distintas guarniciones.
Platos comunes a todas las categorías sociales, aunque con variantes ricas y pobres al modo de la olla cristiana, era la harisa con harina de trigo otro cereal y gallina deshuesada; la sajina, una suerte de gachas de harina en la que se cocían verduras; y el alcuzcuz, pasta de harina y miel que se amasaba en granitos redondos y se cocía al vapor de agua. Pescado se comía poco, fresco en la costa y en salazón en el interior, aunque fue muy popular un aperitivo a base de una pasta preparada de forma similar al mencionado kubba de carne.
La cocina del Cid - Miguel Ángel Almodóvar
Vamos hoy con una receta con clara vocación árabe. A excepción de unos chorritos de licor espirituoso y fino de Moriles (es la maldita costumbre) para enriquecer la salsa, respeta, es un suponer, todos los preceptos coránicos habidos y por haber.
Grado de dificultad: Encontrar las carrilleras y el tuétano para el arroz.
Ingredientes:
Algunos ingredientes |
- 1/2 cebolla
- 3 dientes de ajo
- 1 rama de apio
- 1/4 de puerro
- 2 hojas de laurel
- Un pellizco de tomillo
- Un pellizco de tomillo
- 1 chorro de brandy
- Caldo de cocción de verduras (se puede sustituir por pastilla de caldo)
- Un cucharada de curry verde picante
Cuestión de texturas y sabores |
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
Para el arroz:
- 1 ramita de apio
- 2 dientes de ajo
- 1/4 de cebolla
- Un pedazo de tuétano de ternera
- Aceite de oliva virgen
- Sal y pimienta al gusto
- Agua (en este caso he empleado el de agua de rehidratar unas trompetillas de la muerte)
Manos a la obra:
1 - Poner a Arthur Philipe jazzeando "Something" de George Harrison.
2 - En la olla donde se elabore el guiso, dorar las carrilleras previamente salpimentadas. Desglasar el fondo de la cazuela con el brandy y el vino blanco hasta que evapore el alcochol. Reservar.
Fondo de la salsa |
4 - Incorporar las carrilleras (con todo el jugo que hayan soltado en la fuente) y cubrir con el caldo de verdura. Llevar a ebullición, añadir el laurel, el curry verde, el ras el ranout y el tomillo.
5 - Cocer a fuego lento durante dos horas sin abrir.
Terminada la cocción |
Operación tostado |
El arroz:
9 - Disolver el tuétano a fuego muy fuerte en un cazo.
10 - En la grasa de tuétano pochar el ajo muy picado, la cebolla y el apio a fuego lento durante 10 minutos.
Operación disolución de tuétano |
10 - En la grasa de tuétano pochar el ajo muy picado, la cebolla y el apio a fuego lento durante 10 minutos.
12 - Añadir el vino blanco, el agua de las setas (triple del volúmen del arroz) .
Aún le falta |
14 - Rallar un pellizco de queso Cheddar por encima.
15 - Servir, y a........................¡¡triunfaaaaaaaaaaar!!!
Viva el colesterol (el malo, por supuesto) y el Moriles. Es un decir, porque el cordero lechal tiene poquísimo colesterol.
ResponderEliminarBuena versión de Something, en plan crooner.
Que viva el colesterol y sus adictos. Del bueno y del malo, da igual...
ResponderEliminarHoy me gusta todo (aunque espero que también me guste el curry verde)
ResponderEliminarThe Beatles... again.
También me gusta Arthur Philipe.
ResponderEliminarY ese arroz de aspecto "sustancioso" tiene que estar...
ResponderEliminar...como Dios manda.
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